El Blog de Emilio Matei

jueves, 30 de agosto de 2012

El hombre, la música y el asombro

El hombre construye instrumentos musicales.
Tal vez el primero haya sido el arco musical, el tendón de algún animal extendido en un arco de madera y la boca del ejecutante como caja de resonancia. O la percusión de cualquier cosa contra cualquier cosa siguiendo un ritmo. Y luego de muchos años de avances tecnológicos, prueba y error, gustos personales y sociales y tantas otras variables, los instrumentos de todo tipo capaces de producir sonido, llegan a un alto grado de perfección. Hasta que irrumpen las válvulas electrónicas y después los transistores y, en consecuencia, los instrumentos electrónicos que permiten que cualquier sonido, por extraño que parezca, sea posible y amplificable tanto como se quiera.
Y el hombre, siempre insatisfecho y eterno creador, vuelve a las posibilidades que les da su propio organismo, su propio cuerpo, en apariencia tan limitado, para reproducir toda la música que su ingenio le permitió crear con instrumentos complejos. Curiosa ida y vuelta.

Si cabe alguna duda sobre este tema, recomiendo darse una vuelta por
Sobre todo en la segunda mitad, donde los dos músicos tocan juntos.

lunes, 27 de agosto de 2012

El mundo visto a través de una ranura

Cada profesión trata de universalizar su concepción del mundo en base a su propia esfera de conocimientos

Artista - Dalí
El artista mira al científico como un tipo que tiene mal sexo, un pobre tonto que busca la razón en la razón cuando debería buscarla en sus propias sensaciones.
CientíficosEl científico, en cambio, mira al artista como si no tuviera cerebro, como si se moviera en el mundo como un niño permanente o como un payaso viviendo un sinsentido de mugre y de placeres mientras los verdaderos hombres construyen el futuro en un apostolado de esfuerzo y sacrificio.

Un ex gendarme jubilado me dijo cuando yo era estudiante, que la vida era muy fácil, se trataba de la elección entre ser el apalaeado o ser el encargado de apalear, que esa elección era de uno: si a los estudiantes les gustaba que los molieran a palos, era problema de ellos, habían elegido mal. Tema de libre albedrío, como se ve.

Policías
Un policía de una comisaría, cuando fui a denunciar un robo, me dio una clase sobre responsabilidad social y cómo debía hacer lo que correspondía para evitar ser robado. Y si no, que no me quejara por lo que me sucedía ya que era mi culpa. La seguridad era la base de la supervivencia y el que no lo entendía así que no se quejara si lo mataban.
Otro policía, este era comisario, al descubrir que teníamos la misma edad, me dio una clase sobre cómo se debe vivir para estar sano y fuerte como él y no flojito como yo. Hágame caso, me dijo, la vida tiene más sentido si el cuerpo está como debe estar.

El gurú y el pastor, el rabino y el jesuita, todos ellos sienten que miran desde arriba, con condescendencia o con cierta humana tristeza, o más bien flaqueza, como científicos y artistas, policías y deportistas, gastan sus vidas en aficiones más o menos significativas ¡y muy placenteras! pero todas ellas tan lejos de lo que importa en realidad.

J. P. Sartre
Algunos tipos vieron la realidad de manera un poco más amplia, la ranura no era tan estrecha para ellos, aunque siguiera siendo una ranura. Como Sartre, por ejemplo, que en su búsqueda de atea trascendencia, decidió que dedicarse al arte en lugar de a la ciencia, la filosofía en su caso, le garantizaba a su obra un futuro más extenso. Teniendo en cuenta que las teorías científicas son siempre superadas y que las obras de arte permanecen.
Es verdad que un filósofo me dijo que lo que le pasó a Sartre fue que se encontró, después de trabajar muchísimo y escribir todavía mucho más, que El ser y la nada, su opera magna filosófica, no llegaba a ningún lado. Y a esa altura de su vida tampoco se iba a convertir en filósofo marxista, lo que por esa época lo tentó bastante, así que optó por el compromiso social activo y el arte. Al fin de cuentas me parece que se portó bastante bien.

Y dejando de lado algunas profesiones

y los que miran por sus respectivas ranuras, como la de policía, gendarmería o representante divino, quisiera ampliar el comentario sobre científicos y artistas:

Qué difícil parece ser aceptar que la capacidad, el encanto y el placer que produce la creación es igual para cada disciplina, para cada persona, no importa si uno es pintor, músico o biólogo. Qué difícil entender que es mucho mejor vivir disfrutando de todas las posibilidades que da la condición humana que negando lo que no se quiere o no se puede hacer o disfrutar por cualquier motivo que fuera. A lo mejor sencillamente por una cuestión de gusto. Por qué no aceptar las limitaciones como tales, como falencias. Si uno no puede reparar un velador no tiene por qué despreciar al que es capaz de hacerlo del mismo modo que si uno no gusta de un tipo de danza no tiene por qué rechazar a los que la practican o disfrutan viéndola.

La música china es horrible

Orquesta china

Es mucho más fácil decir que la música china es horrible que tratar de entenderla o comprender que para disfrutarla uno debió haber formado su gusto en otro contexto musical, uno que la incluyera. Cosa que muy rara vez sucede en Occidente.
Cuál es la verdad entonces, ¿la música china es horrible o yo me la pierdo porque no la puedo disfrutar? Acerba sunt, están verdes, decía la zorra que no podía alcanzar las uvas, pero que hablaba y para colmo en latín.


domingo, 26 de agosto de 2012

Bajo el paraguas de la democracia, cualquier cosa

Últimas elecciones en Grecia
Los votos seguros de la mayoría son sólo una base, una condición necesaria, pero de ninguna manera suficiente.
Esto es elemental pero no está de más remarcarlo. Desde los torturados de Abu Ghraib o los de la Bahía de Guantánamo, hasta los 8000 desaparecidos y los que siguen desapareciendo de la Cachemira en manos de policías y militares indios. Desde los mineros masacrados de Sudáfrica y los civiles libios muertos por las fuerzas aéreas invasoras de democracias europeas, hasta los Taliban, que ganarían con seguridad una elección sin fraude en Afganistán y lapidarían alegremente a las mujeres infieles, por ejemplo.

 Todos estos muertos, o los que puedan aparecer, en delitos de lesa humanidad cometido por estados democráticos, hacen evidente que el horror no es monopolio de los estados controlados por gobiernos autoritarios llegados al poder sólo por la fuerza de las armas.
Es posible, entonces, que haya que redefinir lo que llamamos democracia, extender el concepto a algo más que al gobierno de las mayorías elegido en elecciones sin fraude, que resulta insuficiente, Agregar los derechos humanos definidos con precisión, por ejemplo. El problema es que las llamadas democracias occidentales, que se dan como ejemplo, tienen en realidad una enorme hipocresía. Con toda tranquilidad pueden declararse defensores a ultranza de los derechos humanos, erigirse en custodios universales de esos derechos, mientras están parados sobre las mesas de tortura de sus propias democracias.

Y de esto se desprende que el problema de los medios masivos de comunicación es uno de los más importantes con que se encuentra un gobierno si quiere avanzar sobre una verdadera democracia, un verdadero gobierno del pueblo en el que la hermandad entre las personas no sea sólo declamativa.

viernes, 24 de agosto de 2012

Todos unidos no

Que uno esté dispuesto por razones políticas a sentarse en la misma mesa con gente a la que desprecia, puede ser. Llegar a algún acuerdo, también. Pero unirse con ella es otra cosa.

Cantemos todos juntos

Cada tanto oímos a personas, muchas veces bien intencionadas, que dicen que lo que nos hace falta como argentinos es unirnos, que no importa lo que pensamos sobre las cosas o sobre la política, forma un tanto extendida e ingenua de decir que no importa la ideología que tengamos, deberíamos discutir de buena forma, sin agresiones, con dignidad y respeto.
Nadie puede estar en desacuerdo con eso, salvo que no es posible. Y no es posible, para empezar, porque en realidad no hay una visión universal de lo que quiere decir ser argentino.

La argentinidad

Para algunos no supera la condición de haber nacido en este país. Lo que, obviamente, no incluye ninguna clase de compromiso.
Para agregar al cuadro del deshonor
Con sinceridad, ¿te unirías con estos tipos?
Pongamos un par de ejemplos en ese sentido. Para muchos la patria es el dinero, para otros la patria es lo que dicen que debe ser la patria los que tienen dinero. Hay muchos para los cuales el internacionalismo no es una consigna explícita que define una ideología sino un comportamiento objetivo: si el único destino digno es el de hacer dinero, mi patria es mi dinero, poco importa dónde vivo o dónde nací. O mi empresa, o la empresa para la que trabajo. Puedo vender desde bananas hasta mi país, basta con que la operación me produzca una razonable ganancia.

Patria nuestra

Por fin y después de muchos años, podemos usar la palabra patria, que antes era propiedad exclusiva de los militares. Y con ella otras que se le asocian.
Cada vez que uno reclama por leyes más represivas lo único que uno consigue es ser víctima de la misma ley por la que reclama. Al menos cuando uno no tiene un verdadero poder. Pero en mi fuero íntimo pienso que habría que tener clara la categoría que le gusta tanto a los militares para matar a sus pares, la de traición a la patria. No pido la pena de muerte, usual en estos casos, que rechazo por principio; tampoco la cárcel, aunque a veces sea más que razonable y podría aceptarla sin mayores pruritos. Una gran cosa sería tener una especie de cuadro de deshonor, una lista de las personas que son traidores a la patria, personas que por sus actos debilitaron a nuestro país o produjeron sufrimientos a la población.

El desprecio

¿Cuántas personas fueron robadas y estafadas por los gobiernos de Menem o las decisiones de Cavallo? ¿Cuántas personas como Bonelli, el actual Lanata o el benemérito doctor Nelson Castro, favorecen con su discurso a países imperialistas, centros financieros internacionales o a sus gerentes locales cuyo único objetivo es explotar a las riquezas y las personas de Argentina? Creo que a todos ellos les cabe con exactitud el título de traidor a la patria  y el profundo desprecio por parte de la sociedad que esa calificación otorga.

martes, 21 de agosto de 2012

Dejar el euro

En el artículo sobre la posibilidad de dejar el euro, no aclaré algo que me parece fundamental. 
Más allá de la mirada sobre la moneda que imponen los financistas y los medios, la función más importante de la moneda es la de permitir los intercambios locales y no precisamente los internacionales. Si una moneda no es aceptada fuera del país pero sí en su interior, la sociedad puede mantenerse perfectamente en movimiento. Como sucede y sucedió siempre con las monedas locales de la mayor parte de los países. Los productores de alimentos podrán venderlos y usar la moneda ganada, por ejemplo, para pagar al personal, comprar combustibles, pagar alquileres, etc. Y así sucesivamente para todos los actores sociales. Si le queda alguna duda sobre esto, puede intentar comprar comida en Túnez con pesos mexicanos o en México con dinares tunecinos. Sin embargo tanto México como Túnez comercian libremente en el mercado internacional sin mayores complicaciones. ¿O acaso alguna vez la peseta fue aceptada como medio de pago internacional?

Lingotes de oro
En el ámbito internacional, entonces, no se acepta cualquier moneda. Pero si alguien tiene interés en algún producto local o le interesa penetrar económicamente por razones de cualquier tipo, cosa que es muy  probable que haya, es obvio que se encontrará una forma de comercialización aceptable para ambas partes, sea mediante oro, dólares, euros o mediante simple trueque. Recuerdo un caso, por ejemplo, en el que Argentina vendió a Guinea Ecuatorial dos remolcadores a cambio de la explotación de las maderas preciosas de una isla. 
Aún países con conflictos no sólo económicos sino políticos, y a pesar de bloqueos, como es el caso de Cuba, intercambian. Lo hace en dólares como cualquier otro país capitalista, aunque su moneda, una vez más, tenga valor sólo en el interior del País.

Se puede decir que un cambio de moneda puede producir problemas de todo tipo y que llevaría bastante tiempo alcanzar un equilibrio. Esto es muy probable, pero una crisis como la que está viviendo Europa en este momento es posible que dure más de diez años hasta que pueda considerarse solucionada. En el interín, al menos una generación sufrirá daños muy importantes y mucho más trascendentes, como la caída del nivel sanitario, de educación, el aumento de la violencia y la represión, etc., que las complicaciones en el intercambio comercial, que suelen resolverse de manera muy dinámica. Así que los conflictos que pueda producir un cambio de la moneda no serán más que una parte, nunca la más importante, de los reacomodamientos que exigirá la realidad.

Y en realidad, hay que tener en cuenta que las condiciones actuales son las que típicamente, o al menos con mucha aproximación, produjeron guerras en el siglo XX, así que cualquier complicación por debajo de un conflicto armado y que lo sustituya, bienvenida sea.

lunes, 20 de agosto de 2012

Monigotes

Marioneta política
Por qué es posible que algunos personajes de los que como mínimo se puede decir que son escasamente dotados, pueden acceder a puestos de enorme responsabilidad social. Tipos como Busch, tanto padre como hijo, Reagan y, a nuestro nivel, Macri, por ejemplo.
Bush padre vomitando en una comida en Japón, Bush hijo paralizado ante el atentado a las Torres Gemelas, Reagan balbuceando su senilidad, Macri contando historias prefabricadas y elementales de ciudadanos que nunca existieron e incapaz de dar un mínimo dato numérico o que se deba expresar con más de cinco palabras. Y tantos otros ejemplos que se pueden dar de la falta de nivel tanto cultural como de inteligencia de estos tristes ejemplares. Todos ellos son personas que responden a los mandatos de grupos de poder para los cuales uno u otro gerente les es indistinto, basta que sean capaces de alinearse en los criterios que le son dados por el grupo pensante, el de los que consideran al país como otro terreno para explotar.
Si no fuera por la capacidad de daño que tienen y por los privilegios de los que gozan, uno podría apenarse al verlos actuar, incompetentes y torpes, de un modo tan burdo que no se puede evitar la sensación de vergüenza ajena que producen.
Pero es importante tener conciencia de que no son más que monigotes, títeres descalabrados de fuerzas mucho más importantes que constituyen los verdaderos enemigos. Por lo que no hay que dejarse llevar por la simplicidad de odiarlos o depreciarlos, es una pérdida de tiempo, hay que apuntar el enojo hacia los que manejan los hilos. Al fin de cuentas, no están tan escondidos y en el peor de los casos basta fijarse, como en las novelas policiales, quién se beneficia. O tal vez, con más realismo, quién financia. Con la salvedad de que hay que estar atentos en no confundir quién se beneficia con quien cree beneficiarse, como le sucede a ese coro de gansos de clase media que, por puro esnobismo y siendo los principales beneficiados de una política, hacen todo lo posible cacareando en coro por favorecer a sus propios enemigos.

sábado, 18 de agosto de 2012

El escritor aristócrata

Gana mucho dinero. O tiene mucho dinero por herencia de familia. O se codea con los que lo tienen como un hijosdalgo o como un bufón o, por qué no, como un Rasputín. Y escribe. 
Claro que escribir es sólo un pasatiempo, puro entretenimiento dice con modestia. Tiene un poco de vergüenza por escribir, por eso siempre aclara que hacerlo es sólo una diversión, nada más que un pasatiempo: algunos juegan al golf, otros hacen salto a caballo y otros, menos afectos o menos dotados para el esfuerzo físico, escriben. No sea cosa que crean que uno no es un caballero como corresponde.
¿Y si tiene talento? ¿Y si su obra es reconocida? Bueno, con coquetería se declara que eso es pura casualidad y no hija de una combinación entre el esfuerzo y las condiciones naturales. Dedicar esfuerzo a algún tipo de creación artística podría ser aceptado sólo dentro de una secta, ya que las sectas son aceptables. Pero debería ser una secta muy secreta. De esas de cuya existencia se duda y de las que se susurra cuáles podrían ser sus prácticas y sus participantes, como si se tratara de un club de masturbadores en coro o algo así.
Por suerte luego de algunos años, si la obra es de verdad importante, lo que sobrevive es esa obra y no el autor y su problemática personal. Aunque a veces no hay tanta suerte y esa problemática personal sí sobrevive matizada por la creatividad de los críticos o de los partidarios de cualquier tipo, sobre todo si la figura del artista es emblemática en campos no estrictamente literarios. Da un poco de bronca cuando la caña se convierte en bebida sin alcohol o se olvida, el racismo en sólo una característica de la época, la ideología de derecha en la no ideología, apenas una debilidad de carácter, la maldad hacia los demás en humor y los juegos lógicos o de palabras en filosofía. 


jueves, 16 de agosto de 2012

El muchacho trabajador

Hace poco más de una generación


Es un muchacho trabajador. Y sí, ser un buen esclavo, sumiso y sin horarios, es el mejor camino para conseguir que le cedieran a uno una buena mujer, una mujer trabajadora, bien de su casa.

Tener anteojeras como un caballo para evitar las horribles tentaciones que ofrece el mundo moderno y para no ver a esas inquietantes personas que lo tienen todo y que no trabajan. Juntar peso sobre peso, formando una pila siempre insuficiente. Mantener a la familia, dedicando cada minuto útil al trabajo, hace un buen marido.

Ser un muchacho trabajador hace que cualquier cosa que le pase a uno sea una desgracia inmerecida, como que la mujer de uno se pudra de estar sola o de dedicarse a la casa y a los hijos, deje de ser una buena mujer, y se divierta con el tarambana del vecino, que se la pasa de joda todo el tiempo. Claro que lo sabe todo el barrio menos el muchacho trabajador.

Ser un muchacho trabajador hace la felicidad de cualquier suegra, y de cualquier suegro ni te digo. Esa condición del yerno, la de trabajador sin tregua, es la única que hace soportable que esté autorizado al uso de la genitalidad de una hija. Pero que no se abuse. Y la mejor manera de que no abuse es que trabaje mucho para que todos sigan sabiendo que es un muchacho trabajador.

La calle está llena de tentaciones: las mujeres, que son las tentaciones por antonomasia, los lujos, el juego, el alcohol y la política. Sobre todo la política. Un muchacho trabajador es por definición un muchacho decente. Y una persona decente no entra en política, cosa de vagos y madre de todas las perversiones.

El muchacho trabajador siempre termina su vida diciendo: ¡Quién me quita lo bailado!

martes, 14 de agosto de 2012

TV tóxica

Nota imperdible publicada por el diario Tiempo Argentino. No importa saber quién es Macri, alcanza con saber que es la máxima autoridad política de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Pero lo que se dice aquí es mucho más general que las implicancias que pueda tener un evento.
En el artículo sobre la tortura y los medios, propuse que se avise al televidente que la tortura es mala para la salud. Creo que habría que hacer lo mismo con algunos programas de National Geografic, Discovery y otros canales de menor importancia conceptual como Infinity, Metro, etc., aunque no por la misma razón. Contra lo que declaró Sábato en su momento, yo sigo creyendo que las torturas físicas son peores que las terribles que se producen en el alma de los que elucubran sobre la condición humana y algunas otras cosas semejantes. Pero aunque menos traumatizante que un martillazo en la uña del dedo anular de la mano derecha, los daños que pueden producir el estimular el pensamiento mágico, animista o irracional, tanto en adultos como en niños, como hacen esos beneméritos canales auspiciados por empresas prestigiosas, debería obligar a prevenir al espectador. 
Pie Grande y cabrita
Mountain interspecies sex?
Mi propuesta es que se haga algo parecido a lo que se hace en las cajas de cigarrillos, muy correctamente. Debería ponerse algo así como: Material fílmico explícito y tóxico, mejor abstenerse porque daña a la salud mental y social. Y luego sí, cada cual asumiendo el riesgo en plena conciencia, si quiere se puede dar el gusto de ver cómo Pie Grande, una especie de american Yeti, se come a una bella e ingenua cabrita. Aunque no quede claro si, fotografiados juntos y al mismo tiempo con un tremendo teleobjetivo por un fotógrafo estrella, pero algo inexperto, de una cadena informativa líder, el Pie Grande no era, en realidad, un señor que corría haciendo jogging y la cabrita no era más que un peluche abandonado por una niña en una parada higiénica del coche de papá durante un viaje por las Rocallosas. 


¿Qué sucedió con el prestigio de algunas empresas?

Que National Geografic, después de tantos años de divulgar y auspiciar a la ciencia, haya llegado a llenar la tarde de historias disparatadas presentadas como si fueran reales y científicas, es una expresión significativa de la decadencia cultural a la que estamos sometidos. O, en realidad, a la decadencia cultural a la que se somete al gran público. No está tan claro para mí que en el ambiente científico no se siga avanzando con una casi siempre razonable transparencia y claridad, más allá de la competencia que pueda haber entre los científicos y que muchas veces los haga pasar los límites de un comportamiento productivo.

Conocimientos y creencias

Hace poco leí una frase que me inquietó mucho: Hay gente que conoce, la demás, cree. ¿Así se considera al público televisivo? ¿Cómo gente que cree? Y en ese caso y si así fuera, de quién es la culpa y qué se hace para cambiar la situación.

Hace muchos años escuché al desaparecido Dr. Carlos Lavagnino, que por ese tiempo era el director del Observatorio de la Ciudad de La Plata, que el avistamiento de platos voladores se correspondía linealmente con la intensidad de las crisis. La idea me pareció muy rica en implicancias. Creo que se puede extender con facilidad al consumo de la pseudo ciencia en general.
Animales monstruosos aún no descubiertos o supuestamente conocidos por culturas antiguas, enviados de las estrellas de todo tipo, monumentos realizados por míticas civilizaciones extintas y tantas otras historias narradas como verdaderas, ocupan los espacios televisivos de las tardes del cable. Claro que, sin prisa y sin pausa, se van desplazando hacia los prime time.

domingo, 12 de agosto de 2012

Improbable, no deseable o imposible

Desde el punto de vista lógico formal, lo que se debe probar es la existencia y no la no existencia. Respetando esa regla lógica elemental, lo que se debe probar es la existencia de civilizaciones extraterrestres y, aún más, la consecuente visita de alguno de sus representantes.

Uno del los argumentos más comunes es que si hay infinitas estrellas, debe de haber infinitos mundos con infinitas civilizaciones. Entonces, como consecuencia, alguna tendría que haber llegado hasta aquí.
La demostración de que esta argumentación es falsa,  que tiene que ver con una interpretación equivocada de lo que significa el infinito, es muy sencilla. Y para eso voy a utilizar un razonamiento matemático muy simple: Todos sabemos que entre el número uno y el dos hay infinitos números. Para decirlo de modo un poco más elegante y limitar la cantidad de números posibles, tomaremos infinitos números que se pueden escribir como uno sobre otro. Por ejemplo, ½, un tercio, dos tercios, un cuarto, un quinto, etc. Y dicho con rigor, hay infinitos números racionales. Probarlo es muy fácil, basta con sumar dos cualquiera y al resultado dividirlo por dos. El número que resulta está entre los dos que se sumaron. Y aquí viene lo lindo, ¿si sabemos que entre el uno y el dos hay infinitos números? ¿Qué pasa con el 3? El número tres nunca va a estar entre el uno y el dos pese a que en el medio de ellos hay infinitos números.

En síntesis, el hecho que los soles sean infinitos, que los planetas sean infinitos y que nuestras ganas de conocer a un extraterrestre sean infinitas, no alcanza. Es posible que seamos únicos en el universo, por más improbable que sea y por más indeseable que nos parezca. Del mismo modo que el número tres no va a aparecer entre los infinitos números que hay entre el uno y el dos.

Para mí, la argumentación más fuerte a favor de la existencia de vida en otras partes del universo tiene que ver con la tendencia de la naturaleza a repetir modelos y no con la finitud o infinitud del universo. Pero esas repeticiones todavía no alcanzan como prueba de la existencia de nada.

La seguridad que tienen algunos de que existen civilizaciones del espacio que nos visitan y que nos han visitado en el pasado, producen como consecuencia variadas mitologías. Por ejemplo, la que establece la necesidad de que una raza superior y lejana en términos astronómicos,  mediante la implantación de algún tipo de semillitas, sea la que nos permitió existir. La similitud con los cuentos infantiles sobre la sexualidad humana no es casual.

Estas teorías me retrotraen a la infancia. Cuando yo era muy chico, mi abuelo, inmigrante de lo que por aquella época era la Besarabia Rumana, me contó esta historia:
“Hace mucho pero mucho tiempo, un hombre le preguntó a otro cómo era posible que la tierra, plana por aquella época, se mantuviera en el espacio sin caerse. El otro hombre le contestó que era bien sabido que la tierra se apoyaba sobre cuatro elefantes, uno en cada extremo del cuadrado. El cuestionador, entonces, volvió a preguntar. Está bien, ¿pero y los elefantes, en qué se apoyan los elefantes? La respuesta fue que los elefantes estaban apoyados en una enorme tortuga. Ahora el hombre que preguntaba siguió en tono irónico: sí, claro ¿Y la tortuga? ¿En qué se apoya la tortuga? Y la respuesta fue que las tortugas nadaban en un infinito mar de sangre. ¡Ahhhhhhh! dijo el preguntón, ¡ahora entiendo todo!”

Si alguien encuentra alguna similitud entre estas discusiones y las discusiones sobre la existencia de Dios, problema de él.

viernes, 10 de agosto de 2012

Tarjeta ARGENTA de ANSES


La Presidenta Cristina Fernández de Kirchner firmó el Decreto de Necesidad y Urgencia Nº 246/11
Diez mil pesos de crédito en cuarenta cuotas, tres meses de gracia y bajos intereses, al menos para lo que son los  intereses en Argentina. Se supone, además, que ANSES consiguió descuentos en las empresas adheridas a este plan. Se esperan dos mil compras por día.

Easy tiene coronita

De la lista de comercios se desprenden algunos factores negativos para un plan que es, y eso es indiscutible, muy conveniente para los jubilados.
Entre los habilitados y los productos que se autorizan para pagar con este dinero, dejando de lado los viajes en Aerolíneas Argentinas, por ser la línea de bandera, los comercios son pocos y todos muy importantes. Se trata de las principales cadenas comerciales de ropa, electrodomésticos, farmacias y jugueterías. Hay una notable excepción y es la de Easy. Esta empresa es la única que suministra materiales de construcción y hace la aclaración que sobre esos materiales no hay descuento alguno. Claro, por qué habría de haberlo si resulta monopólica por no tener absolutamente ninguna competencia dentro de este sistema.
A estos planes hay que agregar una resolución de estos últimos días de aumentar la cuota autorizada para importaciones de las grandes cadenas de supermercados en un 25% debido a los resultados positivos de la balanza comercial.

Los privilegios, ganadores y víctimas

Estas decisiones del gobierno constituyen un privilegio muy importante para las grandes cadenas de comercialización y una pérdida importante para los negocios PYMES, que quedan afuera completamente de las ganancias, por el consiguiente aumento de las ventas, que este sistema va a producir. Teniendo en cuenta la importancia que tiene el pequeño comercio o la pequeña industria en el desarrollo de un país y el correspondiente crecimiento en el empleo que produce, creo que esta situación debe ser resuelta y muy pronto.

La excusa que oí en varias oportunidades es que la operativa de extender un plan de esta naturaleza es muy engorrosa y lo haría de muy difícil concreción. La idea es ir para adelante y corregir los errores a medida que vayan apareciendo.
Eso me parece razonable sólo hasta cierto punto. Por ejemplo, dejar que la gente compre los pasajes turísticos y solicite dólares, para después no viajar, y luego revisar quiénes no lo hicieron para que los devuelvan, fue una decisión correcta. En el sentido de no burocratizar las cosas a priori para no convertirlas en engorrosas y enojosas.
Este sistema de bajar los controles para acelerar la operatividad y luego revisar y corregir, es el que los franceses usan, por ejemplo, para la seguridad social. Y el único objetivo declarado es el de no producir trabas en la ejecutividad sobre todo cuando se trata de cuestiones asociadas a la salud. Luego, cuando se hacen los controles y como es de esperar, aparecen las estafas y las picardías de todo tipo. Pero si bien las cifras son importantes, no son demasiado significativas con respecto al total en juego y pueden ser recuperadas judicialmente, al menos en buena parte.

Errores y jóvenes

Otra excusa que oí, muy relacionada con la anterior, es que el gobierno tiene pocos cuadros confiables para que se encarguen de planificar con más precisión estas cosas. Por eso, se agrega, hay un impulso tan fuerte hacia la calificación de los jóvenes y el estimulo para que los jóvenes se posicionen en papeles ejecutivos. Esto quiere decir que hay que ser paciente hasta que se formen los nuevos cuadros.
Todo esto es, muy probablemente, verdad. Pero hay que tener cuidado con las justificaciones. Los errores son errores por más que se entienda por qué se cometen. En realidad, como se suele decir, es muy bueno que pidas perdón por tus errores pero mucho mejor que no los cometas.

El tiempo todo lo cura, la excusa perfecta

En los países en los que gobierna la derecha, es muy probable que los reclamos y las preguntas no sean respondidos, que los problemas no sean ni siquiera mínimamente reconocidos como tales y punto final. En los países en los que gobierna la izquierda, aunque no siempre suceda, puede haber algo más de vergüenza en ciertas cuestiones sobre todo cuando son verdaderas.
De todos modos, la respuesta estamos trabajando en eso, no suele ser mucho más que una excusa teñida de racionalidad que permite terminar con la discusión sin verse obligado a avanzar en las soluciones. El ¿qué querés que haga? todo lleva su tiempo, hay que ser paciente, como mínimo pospone el compromiso hasta  algún momento en un futuro indefinido y lejano en el que tal vez las preguntas se hayan disuelto en el camino.

En el fondo hay una terrible lucha entre eficiencia y burocracia. Esperemos que en Argentina, donde la pelea está que arde, triunfen las ganas de hacer por sobre los intereses sectoriales, al menos en una proporción suficiente como para que no se traben las ruedas.

jueves, 9 de agosto de 2012

Dichos y verdades en la capacitación para PYMEs

Otro Cuento Chino

El usuario dice:
—Necesito conocimientos y dinero para desarrollar mi idea.

La institución dice: 
—Queremos ayudar a los pequeños emprendedores, a las Pequeñas y Medianas Empresas, a desarrollar su idea de negocios.

El capacitador dice:
 —Voy a capacitar a la mayor cantidad posible de personas para que tengan éxito en sus emprendimientos empresariales.

La verdad de la institución: 
 —Nos pagan para encontrar negocios ya armados para invertir dinero que se está oxidando en los bancos a intereses irrisorios.

La verdad del capacitador: 
 —Me pagan por la cantidad de alumnos y no por la calidad de mi curso o el éxito que los alumnos tengan en el desarrollo de sus emprendimientos en función de los conocimientos que les di. Por lo tanto, una vez que terminé una capacitación, lo único que me interesa es conseguir armar otra.

La verdad del usuario: 
 —Me sacaron algún dinero por el servicio de capacitarme. No me dieron nada más que un montón de lugares comunes de marketing o de administración de empresas que puedo encontrar en la web en un minuto de búsqueda. Me siento usado, si insisto a posteriori en solicitar alguna información adicional o algún dato me evitan o me quieren cobrar otra vez.

Nota: Algunos “capacitandos” consiguen novia o novio en los cursos y eso siempre es positivo.

martes, 7 de agosto de 2012

La autoayuda: un apostolado


Tú puedes hacer de tu vida lo que quieras, tus posibilidades no tienen límite, lo importante es quererlo lo suficiente, desearlo con intensidad y actuar en consecuencia. Tú eres el artífice de tu destino. Y el metafórico Une tu vida a una estrella.
Seguramente habrás escuchado estas sabias palabras en boca de un gurú, de un pastor protestante, de un pay umbanda o de un experto en autoayuda, control mental, o lo que esté de moda en cada momento para sacarte plata y hacerte sentir a ti, un modesto habitante de este mundo, un rey rico, bello y sexy.

Y tiene que ser cierto. El habitante del desierto puneño no debe desear lo suficiente, o con la suficiente fuerza y determinación, al éxito, porque sigue siendo pobre. Nunca tiene voluntad de seguir un curso, por ejemplo, de coaching ontológico. Que se joda, entonces.

Adendum:


Vive al día, nos dicen los mismos ilustres personajes que menciono más arriba, no te quedes anclado en el pasado, irredimible, lleno de rencores y venganzas, ni en el futuro, zanahoria en el extremo de una verga que te arranca como a un burro del presente, la  verdad absoluta del devenir. Créeme, el pasado y el futuro sólo pueden darte tristezas en este único e irreemplazable momento de gloria que estás viviendo.
 
Claro que es difícil llegar a ese estado de nirvana en el que nos separamos del pasado y del futuro para anclarnos en el presente. Aunque a lo mejor sea posible. Tal vez con gran esfuerzo y dedicación podamos conseguir lo que la vaca consiguió por naturaleza, el presente continuo: el tan feliz camino a la felicidad. Qué envidia.

lunes, 6 de agosto de 2012

Selección al revés


Nuestra forma principal de adaptación biológica es la cultura, no la anatomía. Dijo el antropólogo Marvin Harris

En todas las comunidades de origen religioso, o donde la convicción religiosa es muy importante, los más emprendedores, los que más se forman y se actualizan, suelen elegir sus parejas en función de sus propios deseos, del enamoramiento. Y eso puede suceder en la universidad, en el ejercicio de la profesión o en cualquier otra forma no sectaria de compartir el espacio y el tiempo en una sociedad moderna. Por lo que la probabilidad de elegir una pareja del mismo origen comunitario se reduce mucho y favorece a que la gente que permanece en la comunidad sea la menos emprendedora, peor formada y hasta la moralmente más cobarde; obligada por estos hechos a retroceder cada vez más hasta llegar, tal vez, a la disolución como grupo. En algún caso y en comunidades que ya se han reducido bastante, la destrucción se ve acentuada todavía más por la cantidad de gente con problemas genéticos debidos a la endogamia, al entrecruzamiento entre personas de la misma familia o de gran proximidad en el parentesco. 

La evolución fundamentalista o el Dios dirá

Por eso digo que en esas comunidades actúa una especie de selección al revés, o tal vez habría que decir con más propiedad, selección negativa: los que se quedan son, casi siempre, los peores. Que son vistos internamente, en rigor de verdad, como los mejores, los auténticos, los más confiables y los verdaderos. A un pasito del más estúpido y brutal fundamentalismo. (Véase de Lincoln al Tea party, artículo rádical que no escribiré.)

Sólo un ataque violento venido desde el exterior de la comunidad puede invertir la dirección de este destino manifiesto. Por lo que atacar a una comunidad es acercale sangre fresca, a veces hasta en sentido literal, y permitir que retenga a los mejores cuadros. Eso implica que si alguien quiere atacar una comunidad, sea de judíos, árabes, negros, sudacas o europeos del este, y es posible que en un futuro no muy lejano se le agreguen los españoles, portugueses, italianos o griegos, lo único que consiga sea, al frenar la posibilidad de asimilación al medio social, fortalecer a esas mismas comunidades obligándolas a mantener en su interior a las personas más interesantes y tal vez, por ese mismo motivo, las potencialmente más peligrosas. Personas que serían, en un contexto humanístico y más racional, un aporte extremadamente positivo para el conjunto de la sociedad.

viernes, 3 de agosto de 2012

Metáforas y analogías


La fantasía postnuclear

Hace un tiempo, sobre todo en tiempos de la guerra fría, se había puesto de moda un género cinematográfico y literario que hacía referencia a un mundo en el que se había roto el contrato social. La sociedad, disgregada por un evento nuclear o algún otro cataclismo natural o, más probablemente, producido por el hombre, se volvía un infierno sin reglas, sin ninguna clase de norma. Desde una vieja y pesimista Soilent Green, en el que la gente se comía a sí misma en una forma de canibalismo disfrazado, que indefectiblemente terminaría cuando no quedara nada que comer, o nadie a quien comerse, hasta Mad Max, hubo un poco de todo. Pero la mayor parte de esas películas tenían como leit motiv  la lucha entre grupos o tribus, grupos sobrevivientes que se habían aglutinado debido a algún elemento cohesionante.
Del film Mad Max 
Todos los sobrevivientes tenían como característica alguna particular capacidad para ejercer la violencia o la autodefensa, más el poder sobre fuentes de energía. Esta fijación sobre los combustibles tenía su razón de ser. El cine norteamericano no podía evitar a sus personajes la utilización de algún coche (*) por lo que la fuente de combustible resultaba determinante y razón necesaria y suficiente para trampas, celadas, expediciones punitivas, guerrillas, mini blitz kriegs y hasta bombardeos. La violación de una joven y rubia ninfa podría estar incluida en el botín, pero siempre después de capturar los consabidos bidones de combustible o, cuando el autor no era tan limitado en su imaginación, la apropiación lisa y llana del pozo de petróleo mediante la ocupación de los terrenos conquistados.
No voy a usar aquí la elegante palabra metáfora, porque no corresponde y porque está siendo convertida, debido al mal uso, en un sinónimo de lo irracional y de lo esotérico. Lo que corresponde aquí es usar la palabra analogía, por más que suene algo tecnocrática. Hecha esta aclaración, declaro que esas películas son analogías tan próximas a lo que se está produciendo en los países invadidos por fuerzas norteamericana y europeas, que da escalofríos. Con la diferencia que en el caso de las historias literarias o cinematográficas, la ruptura del contrato social era un resultado no especialmente buscado por nadie, era el simple resultado de una guerra estúpida en la que nadie había ganado. Pero en la realidad que vivimos, por lo contrario, hay una voluntad evidente de obtener lo que se obtiene: el petróleo confiscado y la desestructuración de la sociedad del enemigo.

Los muertos vivos

Primo Levi
Hay algo semejante entre el uso de la tortura para las personas y el de la disgregación para las sociedades. Los dos producen una destrucción vil y obscena en la víctima. Dejan una traza en su interior que sigue actuando aún cuando ya no se ejerza ninguna violencia desde el exterior sobre el sujeto. Deja un gusano que no cesa de roer el espíritu, como sinónimo de conciencia, de la víctima, hasta que termina con ella convirtiéndola en basura o hasta matarla.

Pienso en le escritor y poeta Primo Levi, por ejemplo, quien después del campo de concentración nazi siguió viviendo muchos años productivos dedicados a la  cultura pero que terminó, según se dice, suicidándose porque no podía seguir soportando lo que tenía registrado en su cerebro.

Pienso en Irak, en Libia y en Siria. Y en la forma más insidiosa de las pseudo revoluciones de la primavera árabe que triunfaron en Túnez o Egipto.

Releo este artículo y otros varios que escribí últimamente y me pregunto por qué estoy tan interesado, o mejor dicho preocupado, por lo que sucede en el norte de África y en el Cercano Oriente. Y la respuesta se me hace evidente. Desde esta euforia ingenua y desarmada de una Sudamérica que avanza en todos los frentes, lo que veo a lo lejos, cuando estoy algo pesimista, puede ser sólo un reloj que adelanta el destino que se nos tiene asignado.
Debo reconocer que nunca deseé tanto como ahora estar equivocado.

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(*) Esta relación entre libertad y vehículo propio está tan internalizada en los norteamericanos que ni siquiera en el hipismo o en las corrientes que pretenden volver a la naturaleza, se puede obviar. Los hipis tenían que tener o una enorme moto o una decorada camioneta VW. Los norteamericanos pueden ceder con facilidad la higiene compulsiva, que es parte de sus obsesiones, pero nunca a la carencia de un vehículo.

jueves, 2 de agosto de 2012

Publicidad y lenguaje 1


La relación entre la publicidad y el lenguaje siempre fue un misterio para mí, lo mismo que el nivel cultural de las personas que hacen los guiones publicitarios para la televisión. ¿Hay una razón sostenible conceptualmente detrás de la elección de las palabras y de las ideas que utilizan esas personas? Ellos dicen que sí, que siempre las hay. Yo tengo mis dudas y me inclino, muy a menudo, a pensar que los publicistas sólo son expertos en vender los proyectos a los responsables de las empresas. Y lo que pase entre el producto y su eventual consumidor queda sumergido en una bruma que a nadie le importa demasiado despejar. A lo sumo se espera que si una agencia es conocida y cara, tiene que funcionar. Otro ejemplo de una lógica que es lógica sólo por la comodidad que produce a los que deben utilizarla.
Me parece que muchas veces las agencias se conforman con hacer que el producto sea visto mucho y en todas partes pensando que a la larga si eso sucede el producto se va a vender igual.

Francisco Romero, el filósofo, dijo en alguna oportunidad que la claridad es la honestidad del filósofo.
Asociar claridad a honestidad me parece una de los hallazgos más interesantes sobre el uso del leguaje. Si lo que uno dice coincide con lo que uno quiere decir, hay una intención honesta en la búsqueda de la comunicación. Y en otros casos, por ejemplo donde la elección de las palabras comunica más que el contenido explícito de la frase, habría que ver.
Si uno tiene conocimientos, palabra que casi siempre se opone a la creencia, es casi seguro que uno se formó en las corrientes filosóficas más significativas del siglo XIX, Kant, Hegel, Marx y en el siglo XX el grupo de Frankfurt y, tal vez, Freud. Si uno tiene saberes, en cambio, palabra que remite a una percepción más o menos esotérica e inconciente de la realidad, uno se sentirá mucho más cómodo en las corrientes francesas no marxistas y se sentirá bárbaro con Niesztche, Heideger, Deleuze, Lacan, Baudrillard, etc. Si uno usa frecuentemente la palabra alienación, uno es marxista, al menos de formación. Si uno usa en su lugar a la palabra enajenación, uno es, o fue, además, del Partido Comunista.

Somos gente seria, hablamos poco
En algunas zonas primitivas muy patriarcales el lenguaje es considerado femenino, como cualquier otro alboroto poco funcional al trabajo verdadero. El lenguaje resulta entonces de uso aceptable a lo sumo para dar órdenes. En esos ambientes se suele considerar que sólo los estafadores usan mucho el lenguaje, que se expresa con la calificación despectiva de habla demasiado, con la que se define a la gente que habla mucho y que se presupone que por eso usa la palabra sólo para confundirte e intentar sacarte algo.

Todos usamos el lenguaje con extremado cuidado aunque no seamos concientes de eso. El leguaje nos define de muchos modos, tanto cultural como socialmente. No hay nada más difícil y apreciado que imitar el lenguaje de otro grupo social al que pertenecemos. No como parodia, lo que es relativamente fácil, sino como un disfraz que permitiría mimetizarse en otro grupo. Los grandes actores imitadores como Niní Marshall, por ejemplo, pertenecen a esta última categoría. Y los grandes vendedores, que suelen ser en el fondo, grandes estafadores, también.

Pertenecer tiene sus privilegios, dice un slogan de American Express. Y esos privilegios son buscados muchas veces mediante el uso de un idioma particular. Esta búsqueda del idioma preciso para obtener alguna ventaja social o para sentirse socialmente integrado a un grupo al que por derecho propio no se pertenece, es el objetivo de muchas vidas. A veces, cuando se trata de trepar socialmente, se lo define como esnobismo. Y mucha gente se autodefine como esnob, dice de sí misma que es esnob porque le gustan las cosas lindas. Cuando en realidad se está refiriendo, en todo caso, al dandismo. Y se horroriza y trastabilla cuando uno aclara el concepto y usa como definición de esnob a una persona que trata de imitar a lo que cree que es el comportamiento de las clases altas.

César, en la Guerra de las Galias, utiliza un lenguaje que evita los arcaísmos, los neologismos, las palabras con connotaciones poéticas, el lenguaje técnico y los términos inusuales. La idea de César es que lo importante son los hechos y no su narrador. Y no por eso deja de ser considerado un purista de la lengua y un gran escritor. Cesar, un hombre cuya grandeza, elegancia y origen no estaba en discusión en su época, no necesitaba de un lenguaje rebuscado para impresionar o disfrazarse. Sólo quería contar la Guerra de las Galias. De una forma, claro, que resultara favorable para él.

Entonces a qué vienen hoy las palabras rebuscadas y abstrusas que se suelen usar en las publicidades televisivas. Cuál es la relación entre lo abstruso y lo científico. ¿Si es incomprensible o difícil de entender es bueno? ¿Los que hablan difícil saben mucho? O son solo estafadores disfrazados detrás de un tsunami de palabras.

Por ahora, y entre tantas otras cosas imprescindibles, aprendí que si a uno le duelen los dientes cuando toma algo frío es porque tiene algún problema con los túbulos dentinarios y si quiere refrescarse las piernas no hay como darle a los triglicéridos caprílicos, que a mi me suenan a grasa de chivo. ¡Puaj!