El Blog de Emilio Matei

jueves, 16 de abril de 2015

Uruguay, el país más grande de América Latina

Marat/Sade
Hubo una época en la que Uruguay fue muy grande, casi se podría decir que fue el país más grande de América Latina. Eran tiempos del semanario Marcha, con sus “Cuadernos”, eran tiempos de teatro en El Galpón que estrenaba Marat/Sade, y de los muchísimos teatros independientes, eran tiempos en los que actuaba y se formaba uno de los grupos guerrilleros que más aceptación tuvo. Los Tupamaros, mezcla de humor, inteligencia y valentía, que puso a Uruguay en boca de  la izquierda, y la derecha, de todo el mundo(*).
Claro que, en realidad, lo más importante que tenía esa época era que todos éramos jóvenes. Yo, un poco más joven que los que crearon ese tiempo, viajaba a Montevideo para disfrutar de tanta creatividad y tanta inteligencia en un país todavía libre y que nadie esperaba que perdiera esa libertad. Y mucho menos tan pronto.

La muerte de Eduardo Galeano puso en evidencia que dentro de poco ese tiempo dejará de ser un tiempo vivido para convertirse en un tiempo histórico, objeto o tal vez víctima de diversos relatos, variadas interpretaciones, originales tesis de doctorado. Y por qué no. ¿Acaso no es el destino de todo tiempo histórico?

Si se me calificara de nostálgico, con la componente de pocas expectativas de futuro que eso implica, puedo aceptarlo. No sólo por una cuestión de posición ante la vida. Más bien por una cuestión cronológica. Hay una época de la vida en la que el tiempo es todo menos sigiloso. Y la muerte de alguien como Eduardo Galeano lo hace explosivo.

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(*) Sí, ya sé, esta es una lista incompleta y parcial. Pero mi intención no es la de hacer un estudio sociológico de un tiempo histórico sino, más bien, expresar el sentimiento que su recuerdo me produce. Sobre todo estos días, sensibilizado por la muerte de E. Galeano.



1 comentario:

  1. Me parece un excelente artículo: analítico y vivencial. Digno de un escritor sensible.
    Me siento identificada en sus palabras, por cronología y por uruguaya.
    Gracias, Emilio, por dedicar un espacio a la partida de un grande y a la cultura uruguaya.

    Raquel.

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